Historias desde el huerto

...el sonido de su guitarra

Por Estrella Pérez

Sentados en la tierra, en círculo, como nuestros ancestros los Taínos hacían en sus asambleas tribales. Uno al lado del otro, uno al lado del otro. Sacó su guitarra y con su voz nos deleitó con una canción que puso mi mente a viajar por países ya visitados, por personas ya conocidas y por lugares que aún no ha visto mi ser. Vi a mi alrededor rostros fijos cuyas mentes se encontraban en dimensiones desconocidas para mí. Cada acorde, cada nota, cada melodía me acordaban de nuestra situación. Retrospección, regreso al año dos mil seis: Estrella es prepa, Estrella sólo quiere llegar a sus clases, Estrella quiere ser una doctora más en un mar de personas que sólo quieren un fin en común. Estrella nunca imagina que cuatro años después, a menos de dos meses de graduarse, se encontraría hipnotizada por el sonido de una guitarra y la harmonía de una voz en el mismo campus que algún día le dio la bienvenida por primera vez.

Es la una de la madrugada de un lunes con cielo despejado y un sesenta por ciento de probabilidad de lluvia. Una noche donde un lugar bautizado como huerto huelga por jóvenes que con su sudor y con la ayuda de los sabios de la tierra, nuestros agricultores, lo crearon, nos brinda el mágico sonido de zorzales, grillos y murciélagos. No hay belleza para quien no la quiera ver. Unos piensan que un papel temido a quien todos llaman examen tiene la capacidad de medir la inteligencia. Piensan que ese papel distingue al sabio del ignorante y demuestra la calidad humana de un estudiante. Perdí la cuenta de las veces que pasó por mis manos ese papel, de cuántas veces mi mente se sobrecargó de materia que luego fue depositada en ese papel y para perderse en los sinfines de un archivo académico. Anoche, bajo el sonido de su guitarra, me di cuenta de que la educación va más allá de un papel, de un libro, de un profesor, de un salón de clases, de una huelga, de un país, de un gobernante. A la una de la madrugada de un lunes con cielo despejado y un sesenta por ciento de probabilidad de lluvia, en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y bajo el sonido de su guitarra, experimenté por primera vez la verdadera educación.

"Primero, fue necesario civilizar al hombre en su relación con el hombre. Ahora, es

necesario civilizar al hombre en su relación con la naturaleza y los animales." - Victor Hugo